La Paz, 25 de agosto de 2024 (BOLNEWS).- En un esfuerzo por enfrentar los desafíos de la sequía y mejorar la productividad agrícola en Bolivia, el Gobierno nacional ha logrado avances significativos en las negociaciones con el sector productivo sobre la implementación de biotecnología en la producción agrícola. Estas conversaciones, realizadas con la Cámara Agropecuaria del Oriente (CAO) y la Asociación de Productores de Oleaginosas y Trigo (Anapo), buscan establecer un marco regulatorio que permita el uso de herramientas biotecnológicas, especialmente en cultivos de trigo y soya.

El ministro de Medio Ambiente y Agua, Alan Lisperguer, subrayó el cambio de paradigma en la discusión sobre biotecnología en el país. «En 14 años no se ha trabajado ni hubo solicitudes para la aplicación de elementos biotecnológicos en el país. Actualmente, existen dos solicitudes en curso, para trigo y soya», informó Lisperguer, destacando la apertura del Gobierno para explorar nuevas técnicas que permitan enfrentar los retos del cambio climático y la variabilidad meteorológica.

Durante las reuniones, se ha logrado un consenso inicial en torno a la necesidad de utilizar biotecnología como una herramienta clave para mejorar los rendimientos agrícolas. “Estamos ya con pasos importantes identificando en primera instancia qué eventos ya se podrían estar aplicando para mejorar la productividad, los rendimientos, superar esta crisis o afrontar, por lo menos, estos periodos de sequía que tenemos para poder garantizar los alimentos en toda la cadena productiva”, explicó Lisperguer.

El debate inicial giraba en torno a la viabilidad o no de la biotecnología en Bolivia. Sin embargo, tras varios encuentros con los productores, quedó claro que la biotecnología ya se está aplicando en el país en diversas formas. «La biotecnología ya se viene aplicando en el país, únicamente hay que diferenciar que la biotecnología es un mecanismo que, a partir de organismos vivos, se puede aplicar técnicas para mejorar rendimientos y procesos industriales», puntualizó el ministro.

Específicamente, se destacó que la biotecnología en la agricultura incluye el uso de organismos genéticamente modificados (OGM), que representan solo una pequeña parte del espectro de técnicas biotecnológicas disponibles. Estas herramientas no solo pueden aumentar la eficiencia de la producción, sino también mejorar la resistencia a condiciones climáticas adversas como la sequía, una preocupación creciente en la región.

Las negociaciones entre el Gobierno y el sector productivo continuarán el martes 26 de agosto, con un enfoque en el análisis normativo para regular el uso de biotecnología en la producción agrícola. Este marco legal es crucial para garantizar un uso seguro y eficiente de estas tecnologías, alineado con los principios de sostenibilidad y seguridad alimentaria.

Con estas medidas, el Gobierno busca no solo mejorar la productividad agrícola, sino también asegurar un suministro estable de alimentos para la población, adaptándose a las nuevas realidades del cambio climático y promoviendo un desarrollo agrícola sostenible.

 

RG
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