La Paz, 16 de agosto de 2024 (BOLNEWS ).-
En el marco del encuentro «El Agua como Bien Común: Experiencias y Articulaciones para una Agenda de Vida», celebrado en Colombia, Bolivia reafirmó su compromiso con la defensa del agua como un derecho humano fundamental, tal como lo reconoció la Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU) en 2010. Durante el evento, el vicecanciller boliviano, Elmer Catarina, exigió que se respete este derecho en todas las naciones, destacando la importancia de una gestión sostenible del agua en medio de la crisis climática global.
«Bolivia logró reivindicar ante el mundo el reconocimiento del agua como un derecho fundamental para la vida, en el marco de la soberanía de los pueblos indígenas y los principios del Vivir Bien», señaló Catarina, citando la lucha histórica del país, especialmente la emblemática «Guerra del Agua» de Cochabamba en el año 2000. Este levantamiento popular contra la privatización del agua marcó un antes y un después en la política hídrica de Bolivia, y consolidó la inclusión del agua como derecho humano en la Constitución Política del Estado.
El encuentro regional, que se llevó a cabo en Santa Marta del 14 al 16 de agosto, se centró en la creación de una Agenda Regional por el agua como bien común, con miras a la próxima Conferencia de las Naciones Unidas sobre Biodiversidad (COP 16). Catarina subrayó que el acceso al agua no solo es una cuestión de derechos humanos, sino también un pilar esencial en la lucha por la justicia social y la soberanía de los pueblos.
En su intervención, el viceministro también resaltó los desafíos actuales relacionados con la crisis climática, que amenaza los ciclos hidrológicos y pone en riesgo la disponibilidad de agua, especialmente en los países en desarrollo. «La adaptación hídrica es el gran reto de nuestra región», afirmó, haciendo un llamado a fortalecer la cooperación y la solidaridad entre los Estados para garantizar un acceso equitativo al agua y promover la paz entre los pueblos.
Bolivia propuso que las experiencias comunitarias y territoriales en la gestión del agua se articulen como una vía para resistir las amenazas neoliberales que intentan mercantilizar este recurso vital. En este sentido, el país abogó por que el agua se convierta en un elemento de integración y cooperación internacional, pero siempre bajo principios de equidad y justicia social, garantizando su uso en beneficio de las comunidades y no del capital privado.
El encuentro subraya el compromiso de Bolivia y de la región en avanzar hacia un futuro donde el agua sea gestionada como un bien común, esencial para la vida y la dignidad humana, y no como una mercancía al servicio de intereses corporativos.
RG
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