La ministra de la Presidencia, María Nela Prada, presentó la noche de este jueves el libro “Cuentos con Ajayu”, que narra relatos de 12 mujeres privadas de libertad en el Centro de Orientación Femenina de Obrajes.
El texto fue presentado en la Feria Internacional del Libro (FIL) 2022, que se desarrolla en el Campo Ferial Chuquiago Marka, en la ciudad de La Paz, y que este año destaca el trabajo de las mujeres.
Este texto es resultado del concurso “El sentido de la vida”, que se realizó en el Centro de Orientación Femenina de Obrajes. 12 mujeres cuentan sus vivencias a través de relatos, dolores, alegrías, lágrimas, esperanzas y fe, describió Prada.
“Gracias por esa valentía de abrir su corazón a todos nosotros y demostrar que unidos podemos alcanzar metas”, sostuvo.
En ese contexto, agradeció todas las coautoras por plasmar lo que piensan y sienten.
A Cinthia por plasmar la “gran” enseñanza de cerrar vínculos sin dolores y por reflexionar sobre la responsabilidad afectiva para prevenir los daños colaterales, mientras que a Denisse por permitir reflexionar sobre la empatía, necesaria para aprender a coexistir con los demás.
A Hilaria, por dejar la infinita pregunta de ¿qué es el tiempo?, ¿por qué es tan implacable?; A Ana Jackelin por posicionar que las personas pueden nacer diferentes y que esa diferencia las hace especiales.
A Miriam, sostuvo, por el coraje de denunciar las injusticias a través de metáforas y por “dejarnos” una lección de que el hacer lo correcto a veces tiene un precio; a Jackelin por verbalizar el dolor y tejerlo en palabras.
A Lourdes por la valentía de nombrar la violencia machista y “enseñarnos que el círculo de la violencia se puede romper y se requiere de valor”, describió.
A Ana Gabriela, por dejar una lección de cómo gestionar las emociones en distintas formas de describir el amor hacia los hijos, como una fuente de sanación, de esperanza, de fe y de vida.
A Teresa por nombrar la muerte como un elemento que forma y acoge la vida misma, “y cómo aprendemos a coexistir con ella, por denunciar la impunidad y la malicia que existe en la humanidad”.
A Susana, por reflejar que la incertidumbre es una emoción que atraviesa la vida.
A Juana, que a través de una caricatura, refleja una relación cotidiana en el país, especialmente a la relación madre e hijo; una relación que se constituye en uno de los vínculos más fuertes de amor que tiene la humanidad.
“El libro recopila los relatos de las privadas de libertad, plasmadas también en dibujos. A todas ellas muchísimas gracias por el coraje de abrir sus corazones y sus emociones, por haber tejido palabra a palabra estos relatos que hoy se plasman en este libro”, resaltó Prada.
Sostuvo que con la publicación se muestra al pueblo boliviano que la escritura y lectura puede ser terapéutica y que puede ser usada como recurso de resiliencia emocional.
“Lo que hoy estamos demostrando con este libro que sirva como una forma de libertad y que los escritos que nazcan desde los centros penitenciarios se reproduzcan y lleguen a todos los bolivianos, para compartir relatos, experiencias y vivencias para ser una sociedad más justa y equilibrada”, apuntó.
“Que la escritura y lectura nos siga salvando del tedio de la rutina, de la amargura de la vida, de las decepciones, de los dolores y también del encierro”, reflexionó.