Fue la primera promesa. Está previsto que la segunda, que se realiza el último domingo del mes de julio, sí se lleve adelante con una preentrada folclórica.

La festividad de la Virgen de María de Urcupiña en Quillacollo se celebra a mediados de agosto; sin embargo, las actividades previas comienzan el jueves de Corpus Christi.

Esta festividad, en el Valle Bajo de Cochabamba, es una de las más grandes. Miles de feligreses llegan durante los días de fiesta hasta el santuario de Sal Ildefonso y hasta la zona del Calvario.

Antes de la pandemia del coronavirus, COVID-19, el día de Corpus Christi solía desarrollarse la primera promesa con una especie de entrada folclórica que era como el arranque oficial de la festividad.

Pero, por la pandemia estas actividades no se realizaron en los años anteriores. Este 2022, sí se hizo la promesa, pero no con entrada, sino con una romería, una peregrinación en la que participaron los representantes de 57 fraternidades, quienes llevaban imñagenes marianas.

Los fraternos de la Asociación de Fraternidades Folklóricas Virgen de Urcupiña (AFFVU) participaron de la eucaristía junto a las autoridades locales, luego de un recorrido de dos kilómetros hasta el templo de San Ildefonso, el santuario de la imagen mariana.

Esta peregrinación fue determinada por el Comité Interinstitucional de organización de la festividad. Se asumió esta medida en resguardo de la salud pública y ante la economía de los fraternos que también fue golpeada por la pandemia, según informó la Alcaldía de Quillacollo.

Luego de la misa, hubo presentación de pasantes en el frontis del templo. El alcalde quillacolleño, Héctor Cartagena, se comprometió a ser pasante de la alfombra floral principal en 2023.

Está previsto que la segunda promesa, que se realiza el último domingo del mes de julio, sí se lleve adelante con una preentrada folclórica en la que participarán más de 60 fraternidades.

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