Bolivia mira con mucha expectativa el tercer mandato del presidente Luiz Inácio Lula da Silva en Brasil, no solo por el impulso que podría dar para agilizar su ingreso al Mercado Común del Sur (Mercosur), sino porque apunta a reactivar diversos proyectos entre ellos la exportación de electricidad.

Luego de asumir su mandato, el 1 de enero, Lula recibió a varios presidentes y jefes de Estado y entre ellos al presidente de Bolivia, Luis Arce Catacora, con quien abordaron una amplia agenda de temas no solo de interés bilateral sino de toda la región.

En opinión del viceministro de Comercio Exterior e Integración, Benjamín Blanco, la cita marca un “nuevo hito en el relacionamiento de Bolivia y Brasil” que tiene una larga data.

Incluso dijo que “la asunción de Lula nos llena de esperanza de que haya mayor justicia social en ese país”.

Con una población de más de 214 millones de habitantes y una superficie total de 8.514.215 kilómetros cuadrados, Brasil es parte de las BIRCS – acrónico para referirse conjuntamente a Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica – la asociación económica-comercial de las cinco economías nacionales emergentes que en la década de los 2000 eran las más prometedoras del mundo.

En ese sentido, Bolivia percibe en Brasil oportunidades “comerciales únicas” porque el nivel adquisitivo de su población es alto, dijo Blanco.

La autoridad recordó que “Bolivia tiene un acuerdo de complementación económica con los países del Mercosur, con arancel cero para poder vender a esos países” y exteriorizó su interés de que Lula ayude a concluir el trámite legislativo para materializar el ingreso pleno de Bolivia a ese bloque.

El trámite de adhesión de Bolivia al Mercosur, que inició hace una década, ya fue concluido por Argentina, Uruguay y Paraguay.

Si bien el eje de las exportaciones de Bolivia a Brasil es el gas, el viceministro aseguró que el intercambio comercial será diversificado en los siguientes años al igual que los temas de interés común. Ahí mencionó la ejecución del Corredor Ferroviario Bioceánico de Integración que unirá los océanos Pacifico y Atlántico.

“Se tiene varias iniciativas comerciales que van desde la posibilidad de venta de energía eléctrica, otros productos manufacturados como es el caso de la urea, entre otros”, destacó.

Brasil sería el segundo país que compraría electricidad generada por Bolivia en la región. El primero será Argentina, cuyo acuerdo de suministro está en la recta final y solo resta la autorización de los Ejecutivos de ambos países y que podría concretarse a finales de este mes.

De acuerdo con datos del Ministerio de Hidrocarburos y Energía, la capacidad instalada de generación eléctrica de Bolivia es de 3.822 megavatios (MW), en tanto que la demanda a octubre de 2002 llegó a 1.601 MW.

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