El Gobierno Nacional suspendió temporalmente la exportación de grano de soya, torta de soya, harina de soya, azúcar, aceite y carne, desde las cero horas de este jueves 27, para garantizar el abastecimiento interno.

El ministro de Desarrollo Productivo, Néstor Huanca, informó que la decisión se extenderá en tanto continúe el paro cívico en Santa Cruz que impide el normal abastecimiento de los productos al mercado interno.

Huanca dijo que la determinación “es constitucional”, porque prioriza la seguridad alimentaria del pueblo boliviano, afectado por el desabastecimiento interno provocado por el paro cívico en Santa Cruz y con efectos al resto de los departamentos receptores de la producción cruceña.

La suspensión de la exportación de grano, torta y harina integral de soya, azúcar, aceite y carne de res, sostuvo, es «temporal y preventiva», hasta que se restituyan las condiciones del normal abastecimiento de estos alimentos estratégicos.

Advirtió que las consecuencias de los atentados a la seguridad alimentaria, la paralización de la producción y las acciones políticas de desestabilización serán de exclusiva responsabilidad del gobernador Luis Fernando Camacho, del presidente del Comité Cívico, Rómulo Calvo, y del rector Vicente Cuellar.

“Nuestro Gobierno, el Gobierno del pueblo, velará siempre por el bienestar de la población boliviana garantizando el acceso de alimentos a precio justo en el mercado interno”, aseguró.

Los propiciadores del extremo y violento “paro indefinido” restringieron la venta de alimentos en los mercados populares, bloquearon el paso del transporte de productos alimenticios que llegan desde provincias y otros departamentos vecinos.

El ministro Huanca afirmó que transcurrieron cinco días del paro cívico en Santa Cruz, impulsado por grupos oligarcas que pretenden una vez más quebrar el orden constitucional y desestabilizar al Gobierno democráticamente elegido, y que esta medida podría afectar el abastecimiento de alimentos estratégicos y los precios de la canasta familiar, como ser carne de pollo, carne de res, leche, huevos, aceite, carne de cerdo, azúcar, entre otros, en perjuicio de la población boliviana.

“Solo ellos son los culpables del daño y pérdidas millonarias que se está ocasionando al aparato productivo cruceño y nacional. En este entendido, llamamos nuevamente a la reflexión a la dirigencia cívica y autoridades departamentales de Santa Cruz, a dialogar para retomar la producción y el abastecimiento de los alimentos de manera regular e irrestricta a la población boliviana”, finalizó.

Los cívicos se quejaron del Gobierno nacional por no garantizar la provisión de combustibles para el Parque Industrial, en donde grandes empresas procesan alimentos priorizados para mercados del exterior y que continuaron trabajando con normalidad en los días de paro.

Vecinos del Plan Tres Mil de Santa Cruz salieron en una marcha de cacerolas vacías, rechazando el paro de los cívicos y exigiendo la venta libre de alimentos, el respeto al derecho al trabajo y la libertad de tránsito; horas antes, habían repelido a grupos de choque del Comité Cívico en su intención de imponer con violencia la paralización de esa zona popular.

El agresivo paro cívico comenzó cuando el Gobierno nacional difundió la noticia del crecimiento del Producto Interno Bruto en un 4,3%, como efecto de la demanda interna ahora golpeada con la forzada paralización de actividades productivas y laborales.

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