El Ejército de EE.UU. llevó a cabo la semana pasada una exitosa prueba de certificación de un nuevo cohete fabricado por la compañía Lockheed Martin, el misil de ataque de precisión Precision Strike Missile (PrSM por sus siglas) Increment 1.

En la práctica realizada en un polígono de Nuevo México, el proyectil se desempeñó como los militares tenían previsto.

El modelo se presenta como un sustituto del misil táctico MGM-140 ATACMS, que está actualmente en uso, y tendrá capacidad para alcanzar objetivos a distancias de al menos 500 kilómetros, aunque en esta ocasión impactó en un blanco situado a menos de 85 kilómetros de la lanzadera. El disparo en el polígono de misiles de White Sands (en el estado de Nuevo México) se realizó desde una unidad del sistema HIMARS, para el que sirven también los misiles ATACMS, mientras que el nuevo producto de Lockheed es compatible, asimismo, con el sistema de lanzacohetes múltiple M270A2.

«Los resultados preliminares de la prueba muestran que el misil PrSM Increment 1 tuvo un rendimiento nominal en términos de trayectoria de vuelo, la letalidad, el ángulo de ataque casi vertical y la altura de la explosión previstos», resumieron los militares en un comunicado emitido el viernes pasado. «Se prevé un informe final de la prueba de vuelo para diciembre de 2023», añadieron.

Se espera que el PrSM Increment 1 comience a reemplazar las municiones existentes desde 2024 y que tenga un alcance y una letalidad significativamente mayores que los de largo alcance. Lockheed declaró que tiene tres contratos de producción para fabricar misiles adicionales con capacidad operativa temprana y el último pedido se lo adjudicó en septiembre, recoge el portal especializado Breaking Defense.