Olas de tsunami de más de un metro de altura sacudieron el lunes el centro de Japón tras una serie de fuertes terremotos que dañaron viviendas, cerraron carreteras y llevaron a las autoridades a instar a la población a correr hacia zonas más altas.
Un terremoto de magnitud 7,6 sacudió la región de Noto, en la prefectura de Ishikawa, sobre las 16:10 (0710 GMT), según informó el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS). La agencia meteorológica japonesa informó de una sucesión de 21 sismos de magnitud 4,0 o superior que sacudieron la región central del país en poco más de 90 minutos.
Tras el sismo, Ishikawa emitió una “alerta de envergadura por tsunami”, la primera de esta naturaleza desde el devastador terremoto de 2011, y que implicaba la aparición de olas de entre tres y cinco metros contra la costa. Posteriormente se ha rebajado a “alerta de tsunami”. Las autoridades también han confirmado la llegada de oleaje a las prefecturas de Yamagata, Niigata y Toyama.
El Centro de Alerta de Tsunamis del Pacífico, con sede en Hawai, señaló que era posible que se produjeran olas de tsunami peligrosas en un radio de 300 kilómetros desde el epicentro del seísmo a lo largo de la costa, en el lado del Mar de Japón de la isla principal japonesa de Honshu.
Por eso, ciudades del extremo oriente ruso, entre ellas Vladivostok, también emitieron una “alerta” por posible riesgo de tsunami, aunque por el momento no se llegaron a cabo evacuaciones. ”Las zonas costeras de la costa occidental de Sajalín podrían verse afectadas por las olas de un tsunami”, alertó el ministerio ruso de Situaciones de Emergencia en Telegram. Las autoridades de Vladivostok aconsejaron a los pescadores que regresen al puerto.
Corea del Sur ha emitido alertas por la subida del nivel del mar, informó la agencia de noticias Yonhap. La provincia oriental de Gangwon ha instado a algunos residentes a evacuar a zonas más altas. La Administración Meteorológica de Corea del Sur dijo que las olas del tsunami pueden alcanzar mayores alturas después de las olas iniciales.
El gobierno japonés dijo que todavía estaba evaluando los daños causados y si había habido víctimas.
La ciudad de Wajima, en la prefectura de Ishikawa, ha sido la más afectada hasta ahora por el sismo. Las autoridades locales han confirmado que al menos una decena de edificios se han derrumbado y hay un número todavía indeterminado de gente bajo los escombros.
En la ciudad también se desataron incendios que han destruido al menos media docena de casas. Aún no hay noticias de heridos o víctimas mortales.
Alrededor de 33.500 hogares de los alrededores del epicentro, en las prefecturas de Toyama, Ishikawa y Niigata, se quedaron sin electricidad, según las empresas locales de servicios públicos.
Un vídeo publicado en la plataforma de redes sociales X mostraba hileras de casas de madera derrumbadas por los sismos, con paredes y tejados derrumbados.
“Este es el distrito Matsunami de Noto. Estamos en una situación horrible. Por favor, vengan a ayudarnos. Mi ciudad está en una situación horrible”, dice una persona a la que se escucha en el vídeo.
El hospital de la ciudad de Suzu, en Ishikawa, está recibiendo un gran número de heridos. Las carreteras dañadas están retrasando el transporte de los heridos. El hospital funciona con sus propios generadores, ya que el distrito circundante se ha quedado sin electricidad. Se prevé que las temperaturas en la zona afectada desciendan hasta alrededor de 1 ºC durante la noche.
La vida por encima de todo
La JMA dijo que la región de Noto experimentó una rápida sucesión de sismos, con otro temblor de 6,2 grados que se produjo poco después del enjambre inicial, dijo el USGS.
El mayor de los seísmos llevó a las cadenas de televisión a cambiar a una programación especial y a hacer llamamientos urgentes para que los residentes afectados se marcharan a terrenos más elevados.
“Somos conscientes de que su casa y sus pertenencias son preciosas para ustedes, pero sus vidas son importantes por encima de todo. Corran a la zona más alta posible”, dijo a los telespectadores un presentador de la cadena NHK.
Varias autopistas importantes fueron cerradas alrededor del epicentro, dijo el operador de carreteras de Japón, y los servicios del tren bala Shinkansen también fueron suspendidos entre Tokio y el epicentro en Noto. El diario económico Nikkei informó que también se han suspendido los servicios ferroviarios en el noreste del país y en el centro y norte del litoral occidental.
El día de Año Nuevo es la principal fiesta de invierno en Japón y muchas familias tendrán que volver a visitar a sus parientes en sus ciudades de origen desde grandes ciudades como Tokio y Osaka. Los residentes de la capital del país han constatado temblores en los edificios a consecuencia del temblor pero de momento no se tiene constancia de víctimas en la metrópolis.
Centrales nucleares sin anomalías
La oficina del primer ministro nipón, Fumio Kishida, convocó un gabinete de crisis para gestionar la situación.
La Autoridad de Regulación Nuclear (NRA) de Japón declaró que no se habían detectado problemas en los reactores de ninguna de las centrales nucleares de la zona afectada en una rueda de prensa celebrada hacia las 18.30 horas. Sin embargo, se han confirmado vertidos de petróleo y otros daños menores en las instalaciones nucleares de la zona.
La operadora Kansai Electric Power Company no ha constatado daños en las centrales nucleares de Ohi y Takahama, en la prefectura de Fukui, dos de las más vulnerables del litoral oeste ante un posible seísmo, recoge la cadena pública japonesa NHK.
Tampoco se ha visto afectada de momento la central de Kashiwazaki-Kariwa, según un comunicado de la Tokyo Electric Power Company (TEPCO) recogido por el Asahi Shimbun.
Dos de los reactores actualmente en funcionamiento en la zona, en la central de Shika, en Ishikawa, no estaban en marcha en el momento de los temblores debido a una revisión programada.
La mayoría de los 54 reactores de Japón están fuera de servicio desde la catástrofe nuclear de Fukushima de marzo de 2011, desencadenada por un terremoto de magnitud 9 y un tsunami devastador.
Japón cuenta con estrictas normas de construcción para garantizar que los edificios puedan resistir fuertes terremotos y realiza habitualmente simulacros de emergencia para prepararse ante una sacudida de gran magnitud.
Pero el país está atormentado por el recuerdo de un enorme terremoto submarino de magnitud 9,0 frente al noreste de Japón en marzo de 2011, que desencadenó un tsunami que dejó alrededor de 18.500 muertos o desaparecidos.
El tsunami de 2011 también provocó la fusión de tres reactores de la central nuclear de Fukushima, causando el peor desastre de la posguerra en Japón y el accidente nuclear más grave desde Chernóbil.
En marzo de 2022, un terremoto de magnitud 7,4 frente a la costa de Fukushima sacudió amplias zonas del este de Japón y causó tres muertos.
La capital, Tokio, fue devastada por un gran terremoto hace un siglo, en 1923.
(Con información de EFE y AFP)