El exrepresentante del del Alto Comisionado de la Organización de Naciones Unidas (ONU) para los Derechos Humanos en Bolivia, Denis Racicot, reiteró este martes la necesidad de desarticular grupos paramilitares, parapoliciales y paraestatales en el país como la Resistencia Juvenil Cochala (RJC).
“Los grupos paraestatales que han sido asociados al desarrollo de un clima de violencia y de terror después del golpe de Estado del 2019, (…) actuaron con violencia, con discriminación y racismo, haciendo gala del machismo”, indicó Racicot.
En entrevista con Bolivia TV, aseveró que esos grupos son considerados como “escuadrones de la muerte” que tuvieron prácticas antidemocráticas y violentas contra ciertas personas, en el caso del 2019 contra sectores populares.
“En el caso de la RJC, (estaban) armados con el apoyo de la Policía y de las Fuerzas Armadas para generar miedo y temor para violar los derechos de determinadas personas o sectores de la población con motivación política (…) y hay que desmantelar semejantes organizaciones porque corrompen la democracia y fomentan conductas antidemocráticas”, acotó.
Recordó que similares grupos actuaron en el país durante las dictaduras militares entre 1964 y 1981.
Ante esa situación, explicó que diferentes entes internacionales que visitaron Bolivia como el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI-Bolivia), entre otros, se pronunciaron para que este tipo de grupos sean desarticulados para evitar situaciones de violencia.
“Estas organizaciones no actuaron solas, hubo financiamiento apoyo logístico, en armamento, fueron alentados a realizar sus actividades por elementos de la Policía en Cochabamba, nada de eso es democrático”, reprochó.
Exhortó a desarticular estas organizaciones criminales porque múltiples informes internacionales concluyeron en la necesidad de investigar estos grupos y desmantelarlos.
