El Gobierno de Bolivia, a través de la Cancillería, emitió un comunicado rechazando los pronunciamientos de la Unión Europea (UE) y Reino Unido sobre el juicio contra la expresidenta Jeanine Áñez. Para el Ejecutivo boliviano, estas declaraciones «expresan una posición colonial».
«(Los comunicados) no condicen con una relación de respeto mutuo, expresan una posición colonial inaceptable, tergiversan y desnaturalizan el Comunicado de la Misión Técnica en Bolivia de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas sobre Derechos Humanos (Oacnudh) y las expresiones del relator especial sobre la Independencia de Magistrados y Abogados, Diego García-Sayán, en que dicen fundarse», señala el comunicado de Cancillería.
El 19 de junio la UE y el martes Reino Unido expresaron su preocupación por la situación de la expresidenta Áñez y se sumaron a las observaciones sobre el proceso en su contra, además de que sugirieron a Bolivia llevar a cabo una reforma judicial.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Bolivia sostiene que el comunicado de la Misión Técnica en Bolivia de la Oacnudh se realizó dentro de un protocolo que viabiliza la observación y que el mismo se elaboró en resguardo de que su accionar y comunicaciones no incurran en injerencia indebida en las autoridades de justicia.
«El Comunicado del Portavoz del Alto Representante de la Unión Europea no considera ninguno de estos resguardos», señala la Cancillería, que dirige Rogelio Mayta.
Para el Gobierno son un exceso los comentarios del relator de la ONU sobre Independencia judicial, Diego García Sayán, al sugerir que Añez debía ser procesada en juicio de responsabilidades sin importar las circunstancias en que llegó al poder.
«El Ministerio de Relaciones Exteriores del Estado Plurinacional de Bolivia reafirma su compromiso y mayor predisposición para continuar fortaleciendo la dinámica de la agenda bilateral y de cooperación con todos los países de la comunidad internacional, siempre en base al respeto mutuo», manifiesta el comunicado.