La Paz, 19 de diciembre de 2024 (BOLNEWS).- El expresidente Evo Morales permanecerá en el Chapare bajo el resguardo de un grupo de “seguridad de élite”, y cualquier intento de aprehensión será resistido con violencia, advirtió este jueves Vicente Choque, dirigente de las Seis Federaciones del Trópico de Cochabamba. En una entrevista con Erbol, Choque afirmó que, de llevarse a cabo un operativo para detener a Morales, “correrá sangre” y la resistencia será férrea.

“Para la aprehensión de nuestro hermano Evo, seguramente va a correr sangre. No va a ser sencillo que el Gobierno quiera apresarlo. Tenemos seguridad de élite”, aseguró Choque, quien también es presidente de las federaciones cocaleras, organización que lidera Morales.

El expresidente se encuentra en el Chapare desde fines de octubre, cuando convocó a un bloqueo de caminos que se extendió por 24 días. Estas acciones buscaban imponer su candidatura y evitar procesos penales en su contra, incluida una denuncia por haber mantenido una relación con una menor de 15 años en Yacuiba, Tarija, en 2015. La Fiscalía Departamental de Tarija imputó formalmente a Morales por trata de personas y emitió una orden de aprehensión en su contra.

El ministro de Gobierno, Eduardo del Castillo, ha afirmado que la Policía cumplirá con la ejecución de la orden de aprehensión. Sin embargo, Choque advirtió que cualquier intento de detener a Morales será enfrentado con resistencia. “Si el Gobierno quiere apresarlo, tenemos seguridad de élite y vigilias. Si se atreven a aprehenderlo, les va a costar mucho”, declaró.

El dirigente cocalero aseguró que los miembros de las federaciones están dispuestos a defender a Morales con sus vidas. “Nosotros somos muy claros y vamos a responder. No vamos a tolerar que un compañero sea detenido o secuestrado, como ocurrió con nuestro compañero Humberto Claros”, dijo, refiriéndose a la aprehensión de Claros, quien fue detenido por su participación en los violentos bloqueos de octubre y noviembre.

Durante esos bloqueos, se registraron graves hechos de violencia, incluyendo el secuestro de policías, militares y periodistas, así como millonarias pérdidas económicas. Choque justificó las acciones de resistencia, argumentando que los cocaleros no permitirán que Morales sea detenido sin una lucha.

Esta situación pone en evidencia la tensión política y social que persiste en el país, especialmente en el Chapare, bastión de Morales y las federaciones cocaleras. El Gobierno nacional, en el marco de su política socialista, ha reiterado su compromiso con la justicia y el cumplimiento de la ley, asegurando que nadie está por encima de ella.

Sin embargo, las advertencias de Choque reflejan el desafío que representa para el Estado garantizar el orden y la seguridad en una región donde las lealtades políticas y organizativas están profundamente arraigadas. Este caso no solo pone a prueba la capacidad del Gobierno para hacer cumplir las órdenes judiciales, sino que también plantea un escenario de posible confrontación que podría agravar la crisis política en el país.

Con estas declaraciones, las federaciones cocaleras reafirman su apoyo incondicional a Morales, mientras el Gobierno enfrenta el reto de mantener la estabilidad y la justicia en un contexto de alta polarización. La resolución de este conflicto será clave para definir el rumbo político de Bolivia en los próximos meses.

 

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