La Paz, 11 de septiembre de 2024 (BOLNEWS). –
La República Árabe de Egipto manifestó su interés en importar carne bovina y subproductos bolivianos, lo que impulsó al Servicio Nacional de Sanidad Agropecuaria e Inocuidad Alimentaria (Senasag) a acelerar los trámites de habilitación necesarios para concretar la exportación.
Coordinación bilateral para la apertura del mercado egipcio
El director general ejecutivo del Senasag, Juan Quiroz, se reunió presencialmente con el embajador de Egipto en Bolivia, Hatem Elnashar, para coordinar los pasos a seguir y facilitar la exportación de productos cárnicos. Durante el encuentro, ambas autoridades discutieron sobre el interés de Egipto en adquirir productos y subproductos de origen animal y vegetal de Bolivia.
“Se habló de la agilización para la habilitación de carne y subproductos bovinos”, informó el Senasag a través de sus redes sociales.
Como parte del proceso, se planificó una misión técnica de inspección in situ en Bolivia por parte de representantes egipcios, así como una visita de delegados bolivianos a Egipto, con el fin de garantizar que los establecimientos cárnicos cumplan con los estándares sanitarios exigidos.
Exportaciones en crecimiento sin afectar el mercado interno
Bolivia ha consolidado su capacidad exportadora en el mercado cárnico. Según datos del Ministerio de Economía y Finanzas Públicas (MEFP), en los últimos tres años el país generó $us 362 millones por la exportación de carne bovina, garantizando al mismo tiempo el abastecimiento del mercado interno.
Actualmente, Bolivia exporta carne y sus derivados a mercados como China, Rusia, Perú y Ecuador, entre otros, según información del Instituto Nacional de Estadística (INE). La apertura del mercado egipcio se proyecta como una nueva oportunidad para fortalecer el sector agropecuario del país.
Bolivia expande sus horizontes comerciales
El interés de Egipto en importar carne bovina refleja la confianza internacional en la producción agropecuaria boliviana, consolidando su presencia en nuevos mercados. La colaboración entre ambas naciones representa un avance hacia la diversificación de destinos de exportación, beneficiando al sector productivo y generando ingresos para el desarrollo económico nacional.
Con estas gestiones, Bolivia continúa posicionándose como un actor relevante en el mercado global de productos cárnicos, impulsando el crecimiento de su economía mediante comercio internacional sostenible y responsable.