La Paz, 09 de octubre de 2024 (BOLNEWS). –
En el marco del Plan Soberanía, el Gobierno boliviano ha desplegado al menos 1.000 efectivos militares en pasos fronterizos clave para fortalecer la lucha contra el contrabando de alimentos hacia países vecinos, según informó el viceministro de Lucha Contra el Contrabando, Luis Amílcar Velásquez. La medida, respaldada por el reciente Decreto 5245, busca intensificar los controles y proteger el mercado interno, garantizando el acceso a productos esenciales para la población boliviana.
“El despliegue estratégico de las Fuerzas Armadas es parte de la activación del Plan Soberanía, operado a través de los Comandos Estratégicos Operacionales (CEO) en las regiones fronterizas”, explicó Velásquez desde el Centro de Monitoreo del Comité Interinstitucional de Seguridad Alimentaria. El plan abarca diferentes comandos: el CEO Chichas en Tupiza (frontera con Argentina), el CEO Chaco en Tarija, el CEO Plata en Santa Cruz, el CEO Mamoré en Beni y el CEO Amazonas en Pando.
Las operaciones se llevarán a cabo en tres niveles: en las fronteras con Perú, Chile, Argentina y Brasil; en puntos aduaneros, con la colaboración del personal de la Aduana Nacional; y en los mercados de distintos departamentos, bajo la supervisión del Comité de Seguridad Alimentaria. El objetivo principal es frenar el contrabando, una práctica que ha afectado negativamente a la economía boliviana y al suministro interno de alimentos.
El viceministro de Comercio y Logística Interna, Grover Lacoa, destacó la relevancia del decreto, que endurece las penas para el contrabando de alimentos, tipificado como delito bajo la Ley 100 de 2011, con sanciones de 10 a 14 años de prisión. “Esta normativa nos permitirá estabilizar los precios en el mercado local, frenando el flujo de productos hacia países vecinos donde tienen mayor valor”, afirmó Lacoa.
El decreto también establece medidas adicionales para reforzar el control. Se implementará un registro de proveedores únicos, destinado a regular a los agentes económicos que ya operan en las áreas fronterizas, excluyendo a nuevos actores que intenten aprovechar la diferencia de precios para realizar actividades ilícitas. Además, se introducirá un certificado de abastecimiento interno y una factura especial para las zonas fronterizas, con el fin de garantizar que los productos queden en el mercado boliviano.
“Con estas medidas, esperamos limitar y anular la salida masiva de alimentos del país, que ha perjudicado a nuestra población y beneficiado a consumidores de otras naciones”, señaló Velásquez. El Plan Soberanía es visto como un paso decisivo en la protección de la economía interna y el bienestar de la población, al tiempo que refuerza el compromiso del Gobierno con la seguridad alimentaria.
El despliegue militar y las nuevas regulaciones representan un esfuerzo coordinado para enfrentar el contrabando y estabilizar el mercado interno, en un contexto donde la demanda por productos bolivianos ha aumentado en países vecinos debido a los altos precios en sus mercados.
OA