El Gobierno de Argentina, presidido por el ultraderechista Javier Milei, cesó el refugio otorgado a Evo Morales en diciembre de 2019, durante el mandato de Alberto Fernández.

“El Ministerio de Justicia informa que cesó el estatus de refugiado otorgado al expresidente boliviano Juan Evo Morales Ayma. Dicho beneficio fue utilizado indebidamente como herramienta política por el presidente Alberto Fernández, omitiendo el cumplimiento de los requisitos que establece la Ley N° 26.165”, refiere el Gobierno argentino en un comunicado.

Arguye que Morales “ha viajado libremente a su país de origen” y retomado su liderazgo en la política boliviana.

“Esto demuestra que no enfrenta los peligros que justifican la protección humanitaria del refugio. El status de refugiado es un derecho que debe ser otorgado con seriedad, no como herramienta de conveniencia política”, se lee en el documento.

Además, dejó establecido que el Gobierno de Argentina “de ninguna manera utilizará los recursos de los argentinos para proteger a criminales, terroristas o intento de dictadores”, y añadió: “No ayudamos a quienes siembran el terror y atentan contra la democracia”, recalcó.

Morales llegó a Argentina en diciembre de 2019, luego de permanecer por más de un mes en México, que fue su primer destino tras dimitir al cargo, como consecuencia de una violenta movilización cívica-política, un amotinamiento policial y la pérdida de respaldo de las Fuerzas Armadas.

Según el Ministerio de Justicia argentino, Morales “huyó” de “Bolivia en 2019 luego de intentar perpetuarse en el poder mediante un fraude electoral”.

“Fue recibido con privilegios injustificados, pese a las graves acusaciones que pesaban sobre él, entre ellas corrupción, fraude electoral y persecución política de opositores”, acusó el Ministerio argentino.

Morales retornó a Bolivia en noviembre de 2020, luego que Arce asumió la presidencia de Bolivia tras imponerse en las elecciones generales de ese año con el 55,11% de apoyo.

Si bien en los primeros años Morales dio su apoyo a Arce, a quien además eligió para que postule a la presidencia, desde hace más de dos años se declaró el principal opositor al Gobierno y emprendió una cruzada para forzar su candidatura presidencial, a pesar de que la Constitución y una sentencia constitucional se lo impide.

Con ese fin, encabezó una marcha entre el 17 y el 23 de septiembre desde Caracollo hasta la ciudad de La Paz, con el fin de que el Tribunal Supremo Electoral (TSE) valide el congreso de Lauca Ñ de octubre de 2023 donde fue declarado candidato único del MAS.

Con el mismo objetivo, impulsó la convocatoria a un bloqueo nacional de caminos a partir del 30 de septiembre, sin embargo, fue declarado en cuarto intermedio.