El cardenal Robert Prevost fue elegido como el nuevo sumo pontífice con el nombre de León XIV, convirtiéndose en el primer papa estadounidense de la historia, tras la proclamación del “Habemus Papam” desde la Plaza de San Pedro.

En su primera bendición Urbi et Orbi, agradeció al papa Francisco y abogó por una Iglesia que construya puentes, proclame el evangelio sin temor y busque la paz mediante el diálogo. La Iglesia boliviana celebró su elección, destacando la continuidad del enfoque pastoral, social y sinodal de Francisco.

León XIV, oriundo de Chicago, estudió teología en EE.UU. y derecho canónico en Roma. Domina cinco idiomas y su elección simboliza una posible renovación del compromiso con la doctrina social de la Iglesia, reflejada en su elección del nombre, en alusión al papa León XIII.