La Paz, 09 de noviembre de 2024 (BOLNEWS).-

El Gobierno nacional expresó su condena más enérgica ante los disturbios ocurridos este viernes en la Asamblea Legislativa Plurinacional, protagonizados por asambleístas afines al expresidente Evo Morales. Los violentos sucesos, que incluyeron agresiones físicas al vicepresidente David Choquehuanca, interrumpieron la instalación de la sesión en la que el presidente Luis Arce debía presentar su informe de gestión del cuarto año. A pesar de la conmoción provocada, el presidente Arce llevó a cabo su informe desde la Plaza Murillo, reafirmando su compromiso con la democracia y el país.

A través de un comunicado oficial, el Ministerio de Relaciones Exteriores del Estado Plurinacional de Bolivia calificó los hechos como “bochornosos” y extendió una disculpa a la comunidad internacional, los organismos diplomáticos y las misiones acreditadas en Bolivia. La Cancillería expresó su rechazo a la violencia, subrayando que “el sentir popular de las bolivianas y los bolivianos proclama la paz, el diálogo y la unidad como mecanismos para resolver cualquier diferencia política o social”.

En la Asamblea, un grupo de parlamentarios afines a Morales impidió que se celebrara la sesión en la que se esperaba la intervención del presidente Arce, lo que alteró el desarrollo normal de las actividades legislativas. En el incidente, el vicepresidente Choquehuanca fue agredido físicamente, lo que generó una inmediata condena por parte de las autoridades gubernamentales y la sociedad en general.

El Gobierno, a través del comunicado, hizo énfasis en que la violencia no es el camino para la resolución de conflictos, y reiteró su llamado a mantener un ambiente de paz y diálogo entre todas las fuerzas políticas del país.

En respuesta al boicot, el presidente Luis Arce no se dejó amedrentar y continuó con su plan de rendir cuentas al pueblo boliviano, ofreciendo su informe desde la Plaza Murillo, en un acto simbólico que reflejó su determinación por avanzar en el trabajo por el bien del país, pese a las interrupciones.

El Gobierno boliviano, por tanto, reafirma su compromiso con la estabilidad política y la democracia, a la vez que se compromete a seguir trabajando en la construcción de un país más justo y unido, con el respeto y la paz como principios fundamentales.