La jornada de ayer en La Paz estuvo marcada por violentos enfrentamientos entre la Policía y sectores “evistas” que intentaron ingresar por la fuerza a la plaza Murillo. Cuatro efectivos resultaron heridos, según informó el viceministro de Régimen Interior, Jhonny Aguilera, quien advirtió que estas movilizaciones buscan desestabilizar al Gobierno de Luis Arce.
Los manifestantes, seguidores de Evo Morales, se enfrentaron con empujones, piedras y explosivos contra el cordón policial. La Policía respondió con gases lacrimógenos para dispersarlos. Los heridos no podrán reincorporarse a sus funciones por al menos cinco días.
Aguilera calificó los hechos como un desafío a la institucionalidad democrática y alertó sobre intentos de derrocar al Gobierno mediante la presión violenta. También denunció amenazas de impedir las próximas elecciones si Morales no es habilitado como candidato, pese a que un fallo del Tribunal Constitucional le impide postularse nuevamente.
Organizaciones “evistas” también protagonizaron protestas en Santa Cruz y Sucre, donde exigieron la renuncia de magistrados del Tribunal Constitucional y presionaron al TED cruceño por la habilitación de la sigla PAN-BOL.
El gobernador de La Paz, Santos Quispe, calificó a Morales y su entorno como un “peligro” y afirmó que ya no cuentan con el respaldo de antes. Lamentó que las movilizaciones perjudiquen a la población trabajadora y criticó el uso político del descontento social.