Sucre, 07 de agosto de 2024 (BOLNEWS). – El ministro de Hidrocarburos y Energías, Franklin Molina, celebró el esfuerzo colectivo de las instituciones que hicieron posible el recambio de la fuente de cobalto en el Instituto Nacional de Cancerología Cupertino Arteaga, ubicado en Chuquisaca. Esta acción asegura la continuidad de los tratamientos de radioterapia para pacientes oncológicos, un paso vital en la mejora de la atención a quienes enfrentan esta dura enfermedad.
Molina recordó que este logro fue resultado de un convenio firmado hace dos años para gestionar el reemplazo de la pastilla de cobalto, elemento crucial en los equipos de radioterapia. «Hemos hecho todo el esfuerzo, junto con el Gobierno nacional, para traer este insumo clave con un único objetivo: salvar vidas», enfatizó la autoridad, citada en un boletín oficial.
El proyecto, denominado «Mejorando la calidad de vida de los pacientes con cáncer con el recambio de la fuente de cobalto para radioterapia», tiene un costo aproximado de 2,5 millones de bolivianos, una inversión que fue posible gracias a la donación del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA). Con este recambio, se estima que alrededor de 400 pacientes oncológicos de Chuquisaca, Potosí y Tarija se beneficiarán anualmente, recibiendo tratamientos esenciales sin necesidad de trasladarse a otros departamentos.
Impacto en la vida de los pacientes
La radioterapia, un tratamiento que utiliza radiación ionizante para destruir células cancerosas y reducir tumores, es una herramienta fundamental en la lucha contra el cáncer. Sin embargo, la falta de acceso a equipos actualizados había limitado su uso en la región. Con este nuevo avance, los pacientes podrán recibir atención en su propia localidad, lo que no solo mejora sus opciones de tratamiento, sino que también alivia la carga económica de sus familias, evitando costosos traslados y estadías en otras ciudades.
El recambio de la fuente de cobalto se convierte en un símbolo de la importancia que el Estado otorga a la salud pública, priorizando el bienestar de los sectores más vulnerables. Este avance refleja el compromiso del gobierno de Luis Arce en garantizar servicios médicos de calidad para todos, sin importar su lugar de residencia.
Molina también agradeció el apoyo de la Universidad San Francisco Xavier de Chuquisaca, así como al equipo técnico y médico del instituto, quienes, con su dedicación, han hecho posible este logro. La colaboración entre el Gobierno nacional y organismos internacionales como el OIEA muestra que, con voluntad política y cooperación, es posible avanzar hacia una atención sanitaria equitativa y de calidad, priorizando la vida y la dignidad de los pacientes bolivianos.
Este esfuerzo reafirma el principio socialista de que la salud es un derecho fundamental, no un privilegio, y que el Estado tiene la responsabilidad de garantizar que cada persona reciba la atención médica que necesita para vivir con dignidad y bienestar.
RG
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