La Paz, 28 de agosto de 2024 (BOLNEWS). – El viceministro de Defensa Civil, Juan Carlos Calvimontes, ha lanzado una severa advertencia sobre los graves daños que las quemas y chaqueos ilegales están causando al medio ambiente, la biodiversidad y, lo que es aún más alarmante, a la salud de la población boliviana. En un balance de los efectos de los incendios forestales, Calvimontes denunció el impacto irreparable de estas prácticas destructivas, que están poniendo en riesgo no solo los ecosistemas del país, sino también la vida humana.
«Están haciendo un daño irreparable a la naturaleza, al medio ambiente, a la biodiversidad y, lo más grave, ahora, con la presencia de la humareda, van a empezar a afectar a la vida humana», alertó el viceministro, subrayando que las consecuencias para la salud serán cada vez más severas y persistentes. Las afecciones respiratorias y otras complicaciones derivadas de la exposición prolongada al humo se convertirán en problemas crónicos, afectando la calidad de vida de miles de bolivianos.
Calvimontes destacó que estos efectos adversos no solo impactan directamente en la salud de la población, sino que también imponen un significativo costo económico para las familias, los municipios, las gobernaciones y el Estado en su conjunto. Los recursos que deben destinarse a atenciones médicas por enfermedades respiratorias y otras dolencias relacionadas con la contaminación representan una carga adicional para los distintos niveles del Estado, en un contexto donde los recursos son necesarios para el desarrollo social y económico.
La humareda que actualmente afecta a regiones como Pando, Beni y otras áreas del país, proviene en gran medida de los incendios en Brasil y de la Chiquitania boliviana, explicó el viceministro. Esta situación ha generado una crisis ambiental que no reconoce fronteras, afectando la calidad del aire y la salud de la población en una vasta región de Sudamérica.
El Gobierno boliviano, fiel a su compromiso con la defensa de la Madre Tierra, está redoblando esfuerzos para mitigar los incendios y combatir las quemas ilegales. Sin embargo, Calvimontes enfatizó la necesidad de una mayor conciencia y responsabilidad por parte de la población, especialmente de aquellos que realizan estas prácticas ilícitas, ignorando las devastadoras consecuencias a largo plazo.
En un llamado a la acción colectiva, el viceministro instó a la ciudadanía a colaborar con las autoridades y denunciar cualquier actividad que ponga en riesgo el medio ambiente. «El futuro de nuestras comunidades y de nuestras futuras generaciones depende de las acciones que tomemos hoy. No podemos permitir que unos pocos destruyan lo que es de todos», concluyó.
Este tipo de devastación ambiental pone de relieve la importancia de políticas más estrictas y de una mayor vigilancia para proteger los recursos naturales de Bolivia, que son un patrimonio común del pueblo. La lucha contra el cambio climático y la protección de la biodiversidad no son solo desafíos globales, sino también responsabilidades locales que requieren el compromiso de todos los bolivianos.
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