Este lunes entró en vigor en Alemania la legalización parcial del cannabis con fines recreativos. Los mayores de 18 años podrán cultivar tres plantas para uso personal y adquirir hasta 25 gramos diarios de cannabis.

De ahora en adelante, un adulto podrá comprar a diario 25 gramos, poseer 50 gramos de marihuana en su casa, donde también podrán cultivar hasta tres plantas. Se espera que en julio comiencen a funcionar los clubes de cannabis, donde 500 miembros registrados podrán intercambiar su producción.

La ley copia mucho del experimento que inició Uruguay hace 11 años y que los expertos del gobierno alemán consideran exitoso.

Las reglas son numerosas y aún no todo está claro. Por tanto, los controles pueden ser complicados. Por el momento sólo los comerciantes pueden suministrar cannabis recreativo hasta que empiecen a funcionar los clubes.

Los jóvenes de 18 a 21 años sólo tienen derecho a un cannabis ligero.  La policía tendrá que controlar teóricamente su consumo. Además, las pruebas para conductores no están disponibles.

Lucha contra el tráfico

Los jueces tendrán ahora que reabrir 200.000 casos debido a la amnistía prevista por la nueva ley.

Uno de los objetivos del gobierno alemán es regular mejor el consumo de drogas, pero la intención es también luchar contra el tráfico y el crimen organizado.

Las experiencias en otras partes del mundo no han sido muy exitosas, según explica el especialista Michel Gandilhon, miembro del consejo de orientación científica del Observatorio de Crímenes Internacionales y autor del libro Droguería, drogas ilícitas y tráfico en Francia.

“El objetivo es quitarle ese mercado a las organizaciones criminales, es decir, debilitarlas. Pero lo que vemos es que se puede sustraer en su totalidad. Probablemente, persistirá un mercado negro”, apunta el experto. “En Colorado, por ejemplo, un estado muy liberal en términos de legalización, el 30% del mercado todavía está en manos de organizaciones criminales.  Sin embargo, los cárteles mexicanos han visto caer el mercado criminal de cannabis, ya que ha sido entregado a empresas privadas. Para equilibrar, las organizaciones criminales se han aprovechado de la crisis de los opioides: estamos viendo un retorno de la heroína, por lo que muchas organizaciones han recurrido al tráfico de heroína”, detalla Gandilhon.

En el resto de Europa

También hay países que han despenalizado el cannabis recreativo como Holanda, España o Portugal. La diferencia es sutil, pero significa que los consumidores no pueden procesados.

En España existen clubes de consumidores tolerados por las autoridades. Lo mismo ocurre con los famosos “coffee shops” holandeses. Contrariamente a lo que podría pensarse, la venta al por menor de cannabis está tolerada, pero su producción y su distribución son ilegales.

En el resto de la Unión Europea, está prohibido poseer cannabis para uso recreativo. Las penas impuestas varían mucho: van desde una multa de 280 euros en Letonia hasta un máximo de ocho años de prisión en Chipre.