Las Fuerzas Armadas de Bolivia y Perú celebrarán el próximo 30 de noviembre los 230 años del natalicio del Mariscal Andrés de Santa Cruz y Calahumana, reconocido como el ‘Gran Mariscal de Zepita’, protector de la Confederación Perú – Boliviana (1836-1839).
El viceministro de Defensa y Cooperación al Desarrollo Integral, José Manuel Puente Guarachi, confirmó el evento durante el acto inaugural de la “X Reunión Ordinaria de la Comisión Binacional Fronteriza (Combifron) Bolivia – Perú”, que se celebra en la ciudad de La Paz.
El evento se realizará en el municipio de Huarina, distante a 73 kilómetro de la ciudad de La Paz, y hasta donde se trasladarán las Fuerzas Armadas de ambas naciones.
“Las Fuerzas Armadas de ambos países rendirán homenaje con profundo fervor cívico y patriótico al Mariscal de Zepita, figura de dimensión continental, ceremonia en ocasión de conmemorar su natalicio, subrayando que nuestros países siguen sus huellas bajo el respeto mutuo y trabajo conjunto en pro del bienestar de nuestros pueblos”, indicó Puente.
Andrés de Santa Cruz y Calahumana nació en la ciudad de La Paz el 30 de noviembre de 1792. Fue hijo del Maestre de Campo Joseph Santa Cruz y Villavicencio –oriundo de Huamanga Perú y descendiente de familias “hidalgas y de muy ilustre ascendencia” española– y de Juana Basilia Calahumana, hija de caciques de Huarina y descendiente directo del Inca.
El historiador Alfonso Crespo Rodas en su obra El Cóndor Indio, señala que “durante una época fugaz, Bolivia fue la nación más poderosa, organizada y temida del continente, sus ejércitos pasaron victoriosos desde Ecuador hasta Argentina y suyas fueron las leyes más avanzadas de América”. Afirma que “tal esplendor se debió al estadista Andrés de Santa Cruz y Calahumana que gobernó Bolivia entre 1829 y 1839”.
Desarrolló el puerto de Cobija; creó el departamento de Tarija; ordenó las finanzas públicas, logrando superávit fiscal; impulsó la agricultura y la ganadería; creó un fondo para el rescate de minerales; abrió caminos, mejoró el transporte.
Además de comandar el destino de Bolivia, Santa Cruz fue presidente de Perú, entre el 28 de junio 1826 y el 28 de enero1827.
Nombrado supremo Protector de la Confederación Perú-Boliviana, Santa Cruz sembró la enemistas de varias naciones entre ellas, Chile cuya élite sellaría el final del Mariscal.
Puente señaló que el ‘Gran Mariscal de Zepita’ creía, “como libertador, que el destino de nuestros pueblos podía ser más grande si se caminaba juntos bajo una sola bandera y aunque su ambicioso proyecto terminó siendo frustrado es evidente que si bien no es bajo el mismo escudo, al menos nuestros pueblos recorren los mismos caminos, comparten el mismo cielo, con sus sueños e ideales, que en definitiva van a más allá de las relaciones meramente comerciales”.
