La trilogía Camacho, Calvo y Cuéllar, y unos diez empresarios, formaron una dudosa sociedad política y económica que busca la cabeza del presidente Luis Arce, utilizando el argumento del Censo Nacional con el que nunca estuvieron de acuerdo.
El análisis político contundente fue realizado por Susana Chacón, quien es una reconocida profesional boliviana que suele precisar sus investigaciones sobre los asuntos políticos en Bolivia.
“Sí, ¡Hay evidencia!”, exclamó la analista y reveló que el gobernador Fernando Camacho; el rector de la universidad pública, Vicente Cuéllar; y el presidente del Comité Cívico Rómulo Calvo, todos de Santa Cruz, vienen desarrollando un plan concebido para “tomar nuevamente el poder, y eso es cierto”.
La nueva aventura golpista, como el que Camacho y sus cómplices lo hicieron en noviembre de 2019, cuentan con el respaldo de un grupo de diez empresarios, quienes con la reconquista de la democracia y las políticas económicas y sociales del presidente del Estado se ven afectados en sus intereses.
Chacón dijo que el afán de desestabilización es real y que las pruebas están en manos de personas que sabrán cómo reaccionar en su momento.
“En política no hay coincidencia, no hay casualidades hay causalidades y ellos están buscando siete causas, entre ellas el Censo y otra el nuevo padrón electoral que ellos van a generar posteriormente un fraude con datos que lance el INE. Creo que el INE es la punta de lanza de todas las demás desestabilizaciones que posteriormente van a venir con temas como la reforma a la justicia, transgénicos, avasallamientos, pacto fiscal”, explicó.
La analista agregó que, si no se toman medidas, de hecho, se vienen acciones desestabilizadoras hasta el 2025. “Están en una carrera electoral compitiendo por los nuevos liderazgos departamentales y aquí se juegan papeles muy importantes”, dijo.
Según Chacón, dos bandos se disputan el Comité pro Santa Cruz, uno de Luis Fernando Camacho y el otro de Fernando Larach, vinculados a logias como los Caballeros de Santa Cruz y los Toborochis.
La analista coincide con el investigador y abogado Reymi Ferreira, quien probó documentos en mano que las dos logias, a la que pertenecen Camacho, Calvo, Cuellar y grupos de empresarios, además de políticos que fracasaron en democracia, son en realidad “grupos secretos de poder”, que se distribuyeron el dominio de cooperativas de servicios, colegio de profesionales, empresas y recursos naturales del Estado.
La analista recordó que el Gobierno nacional convocó en reiteradas ocasiones al diálogo para resolver el tema del Censo, sin embargo, pese a que el Ejecutivo cedió en varios temas los cívicos no mostraron su predisposición para resolver el tema.
“Tenemos tres caudillos insensibles, no tienen olor a pueblo”, apuntó la analista.
De acuerdo con Chacón, Santa Cruz “está secuestrada y sufre un boicot económico de tres representantes de logias”, en referencia a Camacho, Rómulo Calvo y Vicente Cuéllar, quienes pugnan por el control del Comité pro Santa Cruz en las elecciones de 2023.
De acuerdo con Chacón, estos cuatro personajes “están engañando al pueblo cruceño” porque la convocatoria al paro indefinido es “una cortina de humo” para “no responder al pueblo cómo anda su administración, su ejecución, los diferentes escándalos que han estado en estos últimos tiempos estas dos entidades (la gobernación y la universidad) involucradas en actos de corrupción, temas de violación, ítems fantasmas, carros bomberos y un sin número de hechos ilícitos”.
“Lo mejor que saben hacer estas personas es este tipo de estrategias, porque el gobernador se caracterizó por este tipo de revoluciones pro partidistas, pro personalistas y utilizó el Comité Pro Santa Cruz como trampolín para hoy ser lo que es, gobernador de Santa Cruz», afirmó a la red de medios estatales.
El movimiento cívico, calificado por la Central Obrera Boliviana (COB) y otras organizaciones populares como sedicioso y criminal, intentará este lunes llevar el conflicto violento a otros departamentos, aunque la mayoría de los comités cívicos rechazaron anticipadamente.
