El Informe Mundial sobre las Drogas 2022 de la Oficina de las Naciones Unidas sobre la Droga y el Delito (Unodc) alerta sobre el consumo de más drogas en los jóvenes y en las mujeres y las continuas deficiencias en la disponibilidad de tratamientos.
Señala que hay indicios de que los hábitos de consumo podrían haberse vuelto más dañinos durante la pandemia de COVID-19, además de la expansión de las drogas sintéticas a nuevos mercados y un aumento en el riesgo de recaídas.
A esto se suma el dato de que uno de cada 11 consumidores requiere tratamiento, pero ni siquiera esta persona logra un acceso adecuado, según Sofía Díaz, coordinadora del proyecto en Unodc México.
En este contexto de pandemia refiere también que hay un incremento sin precedentes de la fabricación de cocaína, además de la expansión a nuevos mercados.
El crecimiento de la producción es del 11% en 2020, que representa a 1.982 toneladas. Las incautaciones también aumentaron a un récord de 1.424 toneladas en el mismo año.
CONSUMIDORES El informe continúa señalando que el 5.6% de la población, alrededor de 284 millones de personas, entre 15 y 64 años, consumieron drogas en todo el mundo, lo que supone un aumento del 26% respecto a la década anterior.
En el mundo, incluido Bolivia, la cocaína es la droga estimulante más consumida.
El año pasado hubo alrededor de 275 millones de personas que utilizaron drogas y más de 36 millones que sufrieron trastornos.
Se trata de un incremento generalizado en los últimos 10 años y existen indicios de que se sigue en esa línea, después de una disminución durante la pandemia.
Esto se atribuye a la legalización del cannabis (marihuana) en algunas partes del mundo. El aumento es del 20% en su consumo y son más mujeres las que lo usan. Aunque raramente se asocia a la mortalidad, es el causante de una parte importante de los daños relacionados con las drogas.
“Aproximadamente el 40% de los países notificaron que el cannabis era la droga relacionada con el mayor número de trastornos por consumo de drogas, y el 33 % lo señaló como la droga principal que consumían las personas que se habían sometido a tratamiento”, se lee en el documento.
Por otro lado, señala que en la mayor parte de América Latina los trastornos fueron por consumo de cocaína y en Bolivia no existen datos oficiales. En Brasil son los fármacos mientras que en Chile, Uruguay y Paraguay es la cocaína y México es el único país del continente americano donde son los estimulantes de tipo anfetamínico.
Otra tendencia reciente es la aparición de unos “sellos” de papel secante que contienen diversas NSP (nuevas sustancias psicoactivas) que provocan efectos alucinógenos y son las más dañinas.