El Gobierno nacional identificó que al menos 10 familias de intermediarios ejercen un monopolio en la comercialización de carne de res en Bolivia, generando distorsiones en los precios que afectan al consumidor final. Así lo reveló el viceministro de Defensa del Consumidor, Jorge Silva.
Según la autoridad, estas familias obtienen la mayor parte de las ganancias, mientras productores y empresarios asumen los riesgos climáticos y económicos. El ministro de Desarrollo Rural, Yamil Flores, aseguró que no se permitirán irregularidades que atenten contra la seguridad alimentaria y confirmó que se investiga a una empresa denunciada por prácticas indebidas.
El Comité de Seguridad Alimentaria y la Confederación de Trabajadores en Carne (Contracabol) analizan la situación en Sucre. En La Paz, el precio del kilo gancho llega a Bs 44, pese a que en otros departamentos se comercializa entre Bs 30 y Bs 35, sin explicación clara.