Bolivia, a través del presidente del Estado, Luis Arce Catacora, exhortó este miércoles a la Organización Mundial del Comercio (OMC) y a la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI) a modificar los estándares internacionales para liberar las patentes de las vacunas contra el coronavirus (COVID-19).

“Se torna urgente realizar una reforma de los estándares internacionales, en especial los referidos a los derechos de propiedad intelectual (…). Desde Bolivia exhortamos a la OMC y a la OMPI a una pronta modificación de los estándares internacionales que protegen la hegemónica industria farmacéutica a costa del perjuicio de miles de millones de seres humanos”, dijo la autoridad.

El Presidente realizó las declaraciones durante su intervención en la XXVII Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno, que se desarrolla en el Principado de Andorra.

“Las poderosas transnacionales farmacéuticas que tienen patentes sobre los diagnósticos, medicamentos y vacunas deben liberarlas y hacerlas de dominio público o emitir autorizaciones voluntarias, sin costo, para lograr un acceso real de parte de todas las naciones sin excepción”, agregó.

Arce también hizo un llamado a los países desarrollados que adquirieron un mayor número de vacunas, que supera a la de sus poblaciones, a que las distribuyan en aquellas naciones que hasta el momento no pudieron obtener ninguna dosis.

El Presidente boliviano, dijo que el encuentro de países iberoamericanos tiene la tarea “ineludible de levantar en alto las banderas de la defensa de la vida, la igualdad, la solidaridad y la complementariedad, pero también de un multilateralismo más solidario” para superar la crisis provocada por la pandemia.

Reiteró también la preocupación de los pueblos latinoamericanos por la desigualdad a la que están siendo sometidos a causa del virus, por lo que dijo que los esfuerzos implementados por los países y los organismos internacionales no están siendo suficientes para lograr el acceso equitativo a insumos, medicamentos y otros para contener el COVID-19.

“La ciencia médica debe estar al servicio del ser humano sin ningún tipo de discriminación geográfica, política o social, y el acceso a la vacuna debe ser visto como un derecho humano”, remarcó.

Asimismo, advirtió que las naciones del Norte tampoco superarán los efectos económicos de la pandemia por más que destinen miles de millones de dólares para sí mismas, si las naciones del Sur son dejadas en la vulnerabilidad.

Aseveró que las reuniones y cumbres de países deben aportar al trabajo conjunto a favor de los pueblos y alentar una visión transformadora hacia la sostenibilidad económica, social y ambiental, priorizando la erradicación de la pobreza extrema y la reducción de las desigualdades en todas sus dimensiones.

La Cumbre Iberoamericana por primera vez, en tres décadas, se realiza en Andorra, un pequeño Estado europeo y que, debido a la pandemia, casi todos los líderes participaron a través de videoconferencias.

A la reunión, que tuvo un retraso de un año debido al coronavirus, le han precedido reuniones de cancilleres, empresarios y ministros de Salud de los 22 Estados miembro.

El lema que reunió a los países iberoamericanos fue “Innovación para el desarrollo sostenible. Objetivo 2030. Iberoamérica frente al reto del coronavirus”.

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