Una nueva investigación del medio digital The Intercept_Brasil, publicada este jueves, denuncia que la administración del expresidente estadounidense, Donald Trump, amenazó a los investigadores del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT) a través del envío de correos electrónicos.
Enviados entre octubre de 2020 y enero de 2021, los correos electrónicos apuntan a la existencia de una investigación del Departamento de Justicia y agregan nueva evidencia para respaldar las afirmaciones de que Estados Unidos estuvo involucrado en el golpe de Estado de 2019.
“Un abogado del Departamento de Justicia de EE.UU. se ha puesto en contacto repetidamente con investigadores del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT) preguntando, a veces bajo amenaza de citación, sobre un estudio que habían realizado sobre las elecciones presidenciales bolivianas de 2019”, señala la publicación.
Según Intercept, los correos electrónicos revelan la participación, no reportada previamente, del Departamento de Justicia de Estados Unidos en la investigación criminal del régimen golpista boliviano que buscaba probar un presunto fraude electoral y en la investigación dirigida a dos investigadores del MIT, cuestionando su trabajo para el Centro de Política e Investigación Económicas, en el que refutaron las sospechas de que en Bolivia se había manipulado las elecciones.
“El régimen golpista, que duró poco, llegó al poder siguiendo una hoja de ruta clara en las semanas previas a las elecciones presidenciales de octubre de 2019, la oposición llenó las redes sociales y la televisión con un sinfín de anuncios advirtiendo que el entonces presidente Evo Morales utilizaría el fraude generalizado para ganar la reelección”, menciona el artículo.
Un análisis estadístico realizado por Jack R. Williams y John Curiel, del Laboratorio de Ciencia y Datos Electorales del MIT, contratados por el Centro de Política e Investigación Económicas, luego de examinar los datos y la evidencia detrás de las acusaciones más de cerca, concluye que las acusaciones de fraude eran falsas, coincidiendo con lo que muchos otros observadores independientes ya se habían dado cuenta.
Esas conclusiones fueron publicadas por The Washington Post en febrero de 2020 y posteriormente en The New York Times, diciendo que «arrojan dudas sobre el fraude electoral boliviano».