El ministro de Minería, Alejandro Santos, anunció la aprobación de un fondo proveniente del Tesoro General de la Nación (TGN) destinado a la Fundición de Vinto. Como parte del acuerdo, la empresa devolverá 7 millones de bolivianos al mes al TGN durante un periodo de dos años.

La medida fue establecida mediante un Decreto Supremo, que también permitirá la compra de una mayor cantidad de concentrado de estaño tanto a productores privados como a empresas estatales.

En su declaración, Santos también se refirió al reciente rechazo de créditos internacionales por parte de la Asamblea Legislativa, afirmando que los principales afectados por esta decisión no son las autoridades, sino el pueblo boliviano. Sin embargo, lejos de profundizar en las causas del rechazo o plantear alternativas, el ministro se limitó a elogiar la gestión del presidente Luis Arce Catacora, asegurando que «con pocos recursos se han ejecutado varias obras» y agradeciéndole de manera enfática por la aprobación del fondo para la Fundición de Vinto.

El discurso de Santos, cargado de elogios hacia el mandatario, contrastó con la preocupación existente en el sector minero sobre la sostenibilidad de la fundición y la falta de claridad en el uso de los recursos. Mientras el ministro insiste en resaltar los logros del gobierno, las dificultades económicas y la incertidumbre sobre el financiamiento de proyectos clave siguen siendo un problema latente para la industria minera del país.