Por: Luis Camilo Romero – Escritor e Historiador potosino

Dicen llamarse “independientes” al grupo de juristas que presentó a Diego García-Sayán, relator especial sobre la independencia de magistrados y abogados de la Organización de las Naciones Unidas, un dossier sobre la independencia judicial, con el argumento sensacionalista que “está gravemente afectada”, especialmente en los últimos 15 años.

Lo del rótulo de “independientes” se ha hecho muy común en este tiempo para todo grupo que quiere encubrir sus ataduras con el poder político como sucede con otras instituciones, gremios y asociaciones (eso pasa con el periódico Página Siete, Erbol y otras).

Pero bien sabemos que sus creadores o fundadores de estos grupitos, tienen un pasado nefasto y su vinculación con alguna agrupación política, tal como se lo describiremos más adelante, remontándonos a la historia de algunos de esos personajes.

Esa Comisión de Juristas “independientes”, que se muestra dizque descontaminada ahora del poder político, ha pasado por una larga carrera muy vinculada no solo a partidos de “izquierda” sino hasta la más rancia expresión de partidos de derecha que en tiempos neoliberales asaltaron al poder a manos llenas.

La Comisión “independiente”, está encabezada por Juan Del Granado, Katia Saucedo, José Antonio Rivera Santivañez, Gualberto Cusi, Bernarda Flores Ivanovic, Ramiro Orias Arredondo, Samuel Flores Cruz, Gabriela Sauma Zankys, Marcelo Fernández y Soraya Santiago Salame.

A Juan del Granado, lo conocemos desde sus andanzas con el MIR de Jaime Paz Zamora y luego de la ruptura, se va a los del MIR-MASAS, expresión política de izquierda radical que formará posteriormente el Eje Pachakuti con otras expresiones como el BPP de Rafael Puente, el PCB V Congreso y otras.

Más tarde nos enteramos que Juan del Granado coqueteó con el MNR, cuando éste formó parte del MBL y se alió con Gonzalo Sánchez de Lozada y el grupo de capitalizadores del tiempo neoliberal.

Del Granado transitó con ese MIR de Jaime Paz Zamora, aquel típico político “altoperuano” practicante del “olañetismo”, con esos políticos que hacen cualquier cosa para estar en el poder y aprovecharse de él, agitar las banderas de una izquierda que nunca fue tal y solamente sirvió para capturar incautos, especialmente jóvenes, que son los frustrados de hoy.

¿Cómo puede hablar Juan del Granado de crisis de la democracia, cuando su partido de inicio, se vio envuelto en uno de los escándalos más grandes del narcotráfico y su principal ideólogo purgó la pena que le impuso la ley?

Juan sabía que el MIR fue la mayor estafa política del siglo XX, pues con el discurso de izquierda logro conformar una organización joven, comprometida y con ideales, para luego ser un implementador de las políticas neoliberales, no debemos olvidar que de ahí salió Doria Medina, salió Revilla, cercano a su ex partido el MSM y de ahí salieron los colaboradores del gobierno de Carlos Mesa.

Todavía debemos soportar los estertores de esa clase política que no termina de morir y recurre a los viejos trucos que les dieron vigencia durante el periodo neoliberal, por supuesto con la comedida colaboración del equipo amplificador incrustado en varios medios de comunicación.

¿Hasta dónde llega la hipocresía de Del Granado, para examinar la independencia del poder judicial, cuando éste pactó con los principales operadores del órgano judicial del MNR que se coteaban los cargos en la Corte Suprema y de otros poderes cuando estaba cercano a Sánchez de Lozada?

¿Algún momento de sus largas sesiones de analista en los medios, tras su frustrada vida política que le llevó a perder su personería jurídica, nos habló de ser defensor de los procesos de privatización y capitalización que impuso el MNR en el tiempo del Gonismo?

Triste desenlace del final de la vida política y jurídica de Juan del Granado quien fue referente de los juristas en la defensa de las víctimas del García Mezismo, cuando fue parte de la Comisión en el Juicio de Responsabilidades contra ese régimen dictatorial, ahora da un giro total, es asesor de los abogados de la autoproclamada presidente, Jeanine Áñez para falsear los argumentos del golpe de Estado.

Y bueno, si se trata de los otros miembros de la comisión José Antonio Rivera, también tiene antecedentes de vinculación política-partidaria en tiempos neoliberales, designado como magistrado del Tribunal Constitucional desde el año 2003, durante la gestión de Sánchez de Lozada y para este último tiempo, abogado de Manfred Reyes Villa en sus más de 15 procesos judiciales.

Otra de es Kathia Saucedo, de quien se conoce que fue Viceministra durante la gestión de Gonzalo Sánchez de Lozada. La abogada también trabajó como asesora de Waldo Albarracín, el cual participó el 10 de noviembre de 2019 en la reunión en la Universidad Católica Boliviana donde actores extralegislativos definieron entregar el poder a Jeanine Áñez.

Y finalmente, es el abogado Gualberto Cussi, que en 2017 fue destituido del cargo de magistrado del Tribunal Constitucional Plurinacional acusado por los delitos de resoluciones contrarias a la Constitución y las leyes, prevaricato e incumplimiento de deberes.

Desmontado ese aparato carcomido y deslegitimado de los llamados “juristas independientes”, con una lista que seguramente tiene otras sorpresas, está en agenda el desafío de superar la agravada crisis en el sistema de administración de justicia en el país, cuando se conozcan los resultados de la Cumbre de Justicia para el próximo mes.

Es tiempo de confiar en la justicia y en el anhelo de recuperar las instituciones para los ciudadanos tanto a nivel de autoridades como de las organizaciones sociales y otros gremios, porque es una necesidad, una esperanza para mejorar el sistema judicial boliviano, mucho más si a tiempo de perfilarse el desafío de continuar los juicios contra los responsables de los hechos luctuosos de noviembre de 2019, contemos con un equipo jurídico decidido a exigir justicia.

 

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