Al menos 34 personas han muerto en Argentina tras recibir dosis de fentanilo contaminado en hospitales, según reportes oficiales. La crisis sanitaria ha encendido las alarmas en todo el país, donde ya se investigan 54 casos confirmados y 69 sospechosos.

El fentanilo, conocido como la “droga zombi” por su alto nivel de adicción y efectos devastadores en Estados Unidos, fue suministrado legalmente en centros de salud. Las víctimas eran pacientes en terapia intensiva, muchos de ellos infectados con bacterias que producen neumonía, aparentemente contenidas en los lotes contaminados.

El juez Ernesto Kreplak lidera las investigaciones y ha ordenado múltiples allanamientos a laboratorios y droguerías. Se sospecha que hay más lotes distribuidos, lo que podría elevar el número de víctimas.

El Hospital Italiano reportó los primeros casos en abril, pero no fue hasta el 13 de mayo que la ANMAT (Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica) emitió una alerta sanitaria, prohibiendo el uso de una solución inyectable de fentanilo comercializada por el laboratorio argentino HLB Pharma Group, ahora bajo investigación judicial.

Hasta ahora, se han secuestrado más de 2.400 ampollas, 23 botellas de 500 ml, tres bidones con casi 5 kilos del químico, y miles de unidades en cajas, junto con documentación clave para la causa.