Brasil registró el jueves por primera vez más de 100.000 contagios de coronavirus en 24 horas, en un nuevo y siniestro récord de una pandemia que ya mató a más de 300.000 personas en el país, informó el Ministerio de Salud.
Fueron exactamente 100.158 nuevos casos, con lo cual el número de contagios alcanzó los 12,3 millones.
El informe reportó asimismo 2.777 muertes en 24 horas, llevando el total a 303.462.
Brasil es después de Estados Unidos el país con mayor número de muertos y de contagios por coronavirus.
El balance no para de subir desde febrero, debido entre otros factores al escaso respeto de las recomendaciones de aislamiento social y al surgimiento de una variante local del virus, denominada P1, considerada mucho más contagiosa.
El promedio diario de contagios en siete días es actualmente de 77.050, el doble de inicios de enero (36.003). El promedio de muertos por su lado más que triplicó, desde 703 en enero a 2.280.
La escalada por el momento parece no tener techo, con la vacunación que avanza a pasos lentos y las resistencias del presidente Jair Bolsonaro a imponer medidas de confinamiento social, alegando su impacto económico.
Varios estados, entre ellos Sao Paulo y Rio de Janeiro, decretaron diez días feriados a partir del viernes 26 hasta el 4 de abril.
Bolsonaro, bajo el fuego de críticas por haber desdeñado el uso de máscaras, promovido aglomeraciones con sus seguidores y promocionado medicamentos sin eficacia comprobada contra el covid, dio señales en los últimos días de operar un cambio de rumbo.
El mandatario ultraderechista se mostró partidario en particular de acelerar la campaña de vacunación, después de haber puesto en duda en varias ocasiones la eficacia de las vacunas.
En su programa directo en las redes sociales de los jueves mantuvo en cambio sus críticas a las medidas de cuarentena parcial.
«Si la política de cerrar todo de forma radical continúa, no sabemos dónde irá a parar nuestro Brasil«, declaró.
«Pero quiero que quede claro: queremos combatir el virus», agregó.