El gobierno de Brasil activó esta semana la «Ley de Reciprocidad Económica», en respuesta a los aranceles impuestos por la administración de Donald Trump a sus exportaciones. La normativa fue promulgada por el presidente Luiz Inácio Lula da Silva sin observaciones tras su aprobación en el Congreso.
La ley permite al Ejecutivo suspender concesiones comerciales, inversiones y compromisos en propiedad intelectual ante medidas unilaterales que afecten la competitividad brasileña. Específicamente, se busca contrarrestar los aranceles de hasta 25% aplicados por Estados Unidos, que impactan gravemente en productos como el acero y el aluminio.
La legislación prioriza reducir impactos económicos internos y evitar cargas innecesarias al sector productivo. Aunque se trata de una medida defensiva, contempla la posibilidad de consultas diplomáticas para resolver las tensiones mediante el diálogo.
Con esta ley, Brasil busca proteger su economía frente a decisiones comerciales externas que considera injustas y perjudiciales.